Sembrar Hoy para Cosechar Mañana
Colombia se encuentra en una encrucijada. El sector de la construcción, y en particular el de la vivienda, ha sido históricamente un motor fundamental para el crecimiento económico, la generación de empleo y, sobre todo, para la construcción de tejido social y la mejora de la calidad de vida de millones de familias. Sin embargo, la coyuntura actual presenta desafíos significativos: presiones inflacionarias, tasas de interés elevadas, incertidumbre económica global y debates sobre la continuidad de políticas públicas clave. En este contexto, es fácil caer en la trampa del cortoplacismo, enfocándose únicamente en sortear la tormenta inmediata.
Pero como sugiere la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) en su visión prospectiva, mirar «Más Allá del 2026» no es un lujo, sino una necesidad imperante. El futuro de la vivienda, de las ciudades y, en gran medida, del bienestar del país, depende de la capacidad que tengamos hoy para diseñar e implementar una hoja de ruta estratégica, coherente y sostenible que trascienda los ciclos políticos y económicos. Este artículo profundiza en esa necesidad, explorando los retos actuales, reafirmando el papel vital del sector y delineando los pilares esenciales para construir ese futuro anhelado.
El Diagnóstico Actual: Turbulencias en un Motor Esencial
Nadie puede negar que el panorama reciente para el sector constructor ha sido complejo. La tormenta perfecta de factores económicos post-pandemia ha golpeado la capacidad de compra de los hogares y ha encarecido los costos de financiación y construcción. Las cifras de lanzamientos, iniciaciones y ventas, especialmente en el segmento de Vivienda de Interés Social (VIS), han mostrado señales de desaceleración que generan preocupación.
Programas como «Mi Casa Ya», que han sido cruciales para facilitar el acceso a la vivienda a miles de familias de bajos y medianos ingresos, han enfrentado debates sobre su diseño, financiación y asignación de subsidios. Esta incertidumbre normativa y presupuestaria tiene un efecto paralizante: los desarrolladores dudan en iniciar nuevos proyectos ante reglas de juego cambiantes, las entidades financieras ajustan sus evaluaciones de riesgo y, lo más importante, las familias ven cómo se aleja el sueño de tener casa propia.
A esto se suman los desafíos estructurales: la gestión del suelo urbano y rural, la agilización de trámites y licencias, la necesidad de mejorar la infraestructura de servicios públicos en zonas de expansión y la adaptación a nuevas normativas ambientales y de sostenibilidad. Ignorar estos retos o abordarlos con soluciones parciales y reactivas es pan para hoy y hambre para mañana. La urgencia de una visión a largo plazo se hace evidente precisamente porque los problemas actuales tienen raíces profundas y consecuencias duraderas.
Recordando lo Fundamental: La Construcción como Columna Vertebral del Desarrollo
Antes de trazar el camino hacia el futuro, es vital recordar por qué este sector merece una atención estratégica prioritaria. La construcción no es solo «poner ladrillos»; es un ecosistema complejo con un impacto multiplicador en toda la economía.
- Motor Económico: Representa una porción significativa del Producto Interno Bruto (PIB) y dinamiza más de 30 subsectores industriales, desde la producción de cemento y acero hasta la fabricación de muebles y acabados.
- Generador de Empleo Masivo: Es uno de los mayores empleadores del país, ofreciendo oportunidades laborales formales e informales a una vasta mano de obra, incluyendo técnicos, profesionales y operarios, muchos de ellos con niveles de cualificación diversos.
- Herramienta Social: El acceso a una vivienda digna es un pilar fundamental para la reducción de la pobreza, la mejora de la salud pública, la seguridad ciudadana y la cohesión social. La VIS, en particular, es una herramienta poderosa para cerrar brechas sociales.
- Desarrollo Urbano y Regional: La construcción planificada impulsa la creación de ciudades más ordenadas, funcionales y resilientes, conectando territorios y mejorando la competitividad regional.
Cuando el sector constructor prospera de manera sostenible, toda Colombia se beneficia. Cuando se estanca o enfrenta incertidumbre prolongada, las consecuencias se sienten en todos los niveles. Por ello, pensar «Más Allá del 2026» es pensar en la estabilidad y el progreso del país entero.
Pilares para una Estrategia Nacional de Vivienda y Hábitat (Más Allá del 2026)
Construir una visión de largo plazo requiere cimientos sólidos. Basándonos en las necesidades evidentes y las discusiones sectoriales, podemos identificar varios pilares clave para una estrategia nacional que trascienda los vaivenes políticos:
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Política de Estado para la Vivienda Social (VIS/VIP):
- Continuidad y Previsibilidad: Es fundamental que los programas de subsidios y apoyo a la VIS/VIP se conciban como políticas de Estado, no de gobierno. Esto implica asegurar su financiación a largo plazo, establecer reglas claras y estables, y blindarlos de cambios abruptos con cada nueva administración. La predictibilidad es clave para que desarrolladores inviertan y las familias planifiquen.
- Focalización Efectiva: Refinar los mecanismos para asegurar que los subsidios lleguen a quienes realmente los necesitan, combinando criterios socioeconómicos con la promoción de proyectos en zonas con potencial de desarrollo y acceso a servicios.
- Innovación en Modelos: Explorar y promover esquemas complementarios como el arrendamiento social, la vivienda progresiva y el mejoramiento de vivienda existente, reconociendo la diversidad de necesidades habitacionales.
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Acceso Sostenible a la Financiación:
- Compradores: Fomentar mecanismos de financiación a largo plazo con tasas de interés razonables y estables para los compradores, especialmente para VIS. Esto podría incluir líneas de crédito especiales, coberturas de tasa o el fortalecimiento de garantías.
- Constructores: Facilitar el acceso a crédito puente y financiación para los desarrolladores, reduciendo la percepción de riesgo asociada a la incertidumbre regulatoria y de mercado.
- Nuevos Instrumentos: Impulsar el desarrollo de instrumentos del mercado de capitales (como titularizaciones hipotecarias o bonos verdes/sociales) para canalizar más recursos hacia el sector.
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Gestión Inteligente del Suelo y Desarrollo Urbano Integrado:
- Disponibilidad de Suelo: Implementar políticas activas para habilitar suelo apto para el desarrollo urbano ordenado, combatiendo la especulación y agilizando los procesos de incorporación y urbanización.
- Planificación Integral: Fortalecer los Planes de Ordenamiento Territorial (POT) como herramientas de planificación a largo plazo, asegurando la coherencia entre el desarrollo urbano, la infraestructura de transporte, los servicios públicos y la protección ambiental.
- Trámites Eficientes: Digitalizar y simplificar radicalmente los procesos de licenciamiento y permisos, estableciendo plazos claros y responsabilidades definidas para reducir la burocracia y la corrupción.
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Sostenibilidad e Innovación como Ejes Transversales:
- Construcción Verde: Incentivar activamente la adopción de prácticas de construcción sostenible (eficiencia energética, uso racional del agua, materiales de bajo impacto, gestión de residuos) a través de certificaciones, beneficios tributarios o normativas claras.
- Industrialización y Productividad: Promover la adopción de nuevas tecnologías constructivas (prefabricación, modulación, BIM) para mejorar la eficiencia, reducir costos y tiempos de entrega, y minimizar el impacto ambiental.
- Adaptación Climática: Integrar criterios de resiliencia y adaptación al cambio climático en la planificación urbana y el diseño de edificaciones, considerando riesgos como inundaciones, deslizamientos o estrés hídrico.
El Rol Indispensable de la Colaboración Público-Privada
Ninguno de estos pilares puede construirse de forma aislada. La visión «Más Allá del 2026» solo será posible a través de un diálogo constante y una colaboración genuina entre el Gobierno Nacional, los gobiernos locales, el sector privado (constructores, gremios como Camacol, sector financiero) y la academia.
Se necesita un gran pacto nacional por la vivienda y el hábitat, donde se definan metas claras y compartidas, se establezcan mecanismos de seguimiento y se garantice que las políticas respondan a las realidades técnicas y sociales, y no solo a intereses políticos de corto plazo. Escuchar al sector, entender sus dinámicas y construir sobre la base de la confianza mutua es fundamental.
Conclusión: Construir Confianza para Construir Futuro
Conclusión: Construir Confianza para Construir Futuro
Mirar «Más Allá del 2026» no es un ejercicio de futurología, sino un acto de responsabilidad con el presente y el futuro de Colombia. Los desafíos actuales del sector de la construcción son innegables, pero también lo es su potencial transformador. Superar la coyuntura requiere no solo medidas paliativas, sino la definición y el compromiso con una estrategia robusta, coherente y de largo aliento.
Estabilizar las reglas del juego para la vivienda social, asegurar financiación sostenible, planificar ciudades inteligentes y resilientes, y abrazar la innovación son tareas impostergables. Lograrlo demanda visión de Estado, voluntad política y una alianza sólida entre todos los actores involucrados. Solo así podremos garantizar que el sector constructor siga siendo un pilar fundamental para edificar un país más próspero, equitativo y sostenible para las próximas generaciones. La construcción del futuro empieza hoy, con la decisión de mirar más allá del horizonte inmediato.
1 comentario en “Construyendo el Futuro de Colombia: Una Visión Estratégica para la Vivienda y el Desarrollo Urbano Más Allá del 2026”
Industrialización y Productividad: Promover la adopción de nuevas tecnologías constructivas (prefabricación, modulación, BIM) para mejorar la eficiencia, reducir costos y tiempos de entrega, y minimizar el impacto ambiental.
Adaptación Climática: Integrar criterios de resiliencia y adaptación al cambio climático en la planificación urbana y el diseño de edificaciones, considerando riesgos como inundaciones, deslizamientos o estrés hídrico.
PREFABRITEK es una empresa que tiene claro estos aspectos y actualmente se encuentra desarrollando en la Ciudad de Cartagena de Indias, en la costa Atlántica de Colombia una muestra de lo que sabemos hacer, viviendas con sistema estructural en pantallas de concreto macizas prefabricadas con peso de alrededor de una tonelada cada una y altura libre de 2,80 metros que genera mayor frescura a los espacios, con el acabado minimalista de una superficie de concreto natural allanado con equipo especial, las conducciones eléctricas van embebidas en los muros evitando regateos y reparaciones posteriores, por otra parte con un esquema de manejo de niveles de piso que minimiza la posibilidad de inundación, dado que el piso de la vivienda está sobre una plataforma flotante por encima de la posible cota de inundación que permite el paso del agua de escorrentía por debajo de la vivienda, facilitando su infiltración natural y dándole la posibilidad de continuar con su ciclo de vida, lo anterior dado que está ubicado en un terreno deprimido susceptible a inundaciones.